domingo, 22 de mayo de 2016

“ SERVICIO POR LA ETERNIDAD ”

«Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.»
Apocalipsis 7:15 RVR1960


El capítulo 7 de Apocalipsis es como un paréntesis entre el sexto y el séptimo sellos. Se divide naturalmente en dos partes de lo que Juan vio: La iglesia militante en la tierra. (1-8) y la iglesia triunfante en el Cielo (9-17). Independientemente de que se habla de los 144,00 sellados de las doce tribus de Israel y de la gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas que estaban frente del trono en el Cielo, lo interesante es encontrar que tanto en la tierra como en el Cielo los seguidores y creyentes en Cristo Jesús se ubican como siervos de Dios.

En la visión de Juan en la Isla Patmos, solamente los redimidos, que han lavado sus ropas en la sangre del Cordero, pueden estar delante del trono de Dios y gozar su presencia para siempre. Además, ellos le sirven día y noche en su templo. Si creemos que el Cielo es un lugar de descanso, en donde no tendremos nada que hacer, estamos equivocados. El consagrarnos para toda la vida, en la tierra y en el Cielo, al servicio de Dios, es la meta a la que apunta nuestra adoración actual.

El servicio permanente encuentra su estímulo y su recompensa en la visión perpetua de Jesucristo, a quien servimos hoy y siempre.

Es seguro que todos los siervos y siervas de Dios que se nos han adelantado en la peregrinación hacia la Patria Celestial, ahora mismo le están sirviendo, adorando y disfrutando plenamente de Su presencia. La bienaventuranza de los versos 16 y 17 son una réplica de Isaías 49:10-11 y de Ezequiel 34:23.

Que bendición  saber que nuestro servicio a Dios es por la eternidad y que podemos deleitarnos en Él desde ahora.

-Tomado del devicional “Cita con Dios”
(Recompensas del servicio Mayo 2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario