«Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.»
Génesis 29:20 RVR1960
La historia de Jacob es una verdadera historia de amor. Trabajó durante 14 años para lograr casarse con Raquel, la mujer que cuando la conoció se emocionó hasta el llanto y la besó, nos dice el Escritor sagrado (vs. 11). El descubrimiento, después de siete años de trabajo duro, al siguiente día de la boda, la mujer con la que despertó era Lea, hermana mayor de la que él amaba y por la que él trabajó, le lleva a reclamar el fraude a Labán, su suegro. El hombre que había engañado a su padre y a su hermano, ahora es igualmente tratado.
El argumento de que legalmente no podía casarse la hija menor mientras la mayor permaneciera soltera fue presentado por Labán, pero también le dio una oferta: siete años mas de trabajo gratuito y le daría también a su amada Raquel. Tarde se enteró de las leyes matrimoniales del lugar. Jacob aceptó trabajar por Raquel otros siete años. El amor hace cortos y fáciles los servicios largos y difíciles. El de Jacob es un servicio por amor.
Hebreos 6:10 nos comenta: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habeís mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”. La promesa de Dios para nosotros es que no olvidará “el trabajo de amor que hagamos en su nombre” y que tendremos la recompensa en el Cielo por ello. Siendo así, los sufrimientos de este tiempo, de paso por la tierra, serán como nada para nosotros. El tiempo de servicio por amor será como pocos días para los que amamos a Dios y anhelamos la Segunda venida de Cristo.
No podemos imaginar todo lo que es capaz de hacer una persona que ama. Por amor dediquemos nuestro servicio a Dios y a los demás. Eso hará más llevadero cualquier sacrificio que tengamos que hacer. Aún más, disfrutemos nuestra ofrenda de amor.
-Tomado del devocional “Cita con Dios”
(Recompensas por servir Mayo 2014)
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