«Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.»
1 Samuel 12:22
Una y otra vez en el Antiguo Testamento vemos que el Señor toma la iniciativa de alcanzar a su pueblo y revelarse a ellos, por su deseo intenso de estar a su lado mantenerse en comunicación con ellos. Dios desea tener compañerismo, armonía, y comunión con quienes corresponden a sus expresiones de amor.
Podemos contar con la compañía del Señor, así todo el mundo nos abandone. Esto lo vemos en la vida de Jesús. La misma noche que fue arrestado y sometido al juicio que condujo su crucifixión, Él dijo a sus discípulos: “He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que sereis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo”. ¿Alcanza a sentir su dolor en estas palabras? Jesús supo como se siente la soledad, pero añadió: “más no estoy solo, porque el Padre esta conmigo” (Juan 16:32). Jesús también conocía el consuelo que se puede recibir en medio del abandono total.
Cuando la soledad nos invade, lo primero que debemos hacer es dejar de fijarnos en lo que carecemos y apreciar lo que tenemos. ¿Y qué es lo que tenemos? A Dios mismo!.
Jamás podrás estar solo si has confiado en Jesucristo como tu Salvador. Él promete vivir en tu interior tan pronto como lo hayas recibido en tu vida, y está conectado a ti como la vid a sus ramas. Él permanece en ti y tu permaneces en Él. Eres uno con Cristo. Tienes con Él la relación mas profunda e intima que existe, porque es espiritual y eterna.
Ahora bien, la profundidad de la relación depende de ti en gran medida ¿Cuán profunda deseas tener tu relación con el Señor? ¿Cuánto le permites llenarte de su presencia? El siempre está allí deseando tenerte cada vez mas cerca.
Tomado del Devocional Cita con Dios
Junio 2015
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