martes, 25 de agosto de 2015

A QUIEN DEBO AMAR MAS?

Lectura bíblica: Lucas 14:25–30
 
Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:26

Cuando Norberto tenía apenas 16 años y les anunció a sus padres que había aceptado a Cristo como su Salvador, ellos explotaron. No fue una explosión pequeña. La mamá lo amenazó con echarlo de casa a menos que se quitara esa idea de la cabeza.
Era un momento de crisis para Norberto. ¿Debía obedecer a sus padres y darle la espalda a Dios? ¿O debía poner a Dios primero y desobedecer a sus padres? Con la ayuda de Dios, escogió a Dios, y su mamá no cumplió su amenaza de echarlo de casa. Durante años, Norberto se aguantó las burlas y críticas de sus padres. Durante esos años no dejó de orar por ellos. Y a su tiempo tuvo el gozo de ver a ambos aceptar a Cristo como su Salvador.
Dios nos ordena amar a Dios y a los demás. Pero hay momentos cuando tenemos que amar a Dios más que a los demás.

Tema para comentar: Según tu opinión, ¿qué significa “amar a Dios más que a los demás”?
Jesús dijo: “Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:26, NVI). Jesús no está diciendo que tienes que sentir antipatía o faltarle el respeto a tus familiares. Él está usando una hipérbole —una expresión exagerada— para enseñar dos cosas:
Primera, quiere que sepas que tu amor a Dios tiene que ser mayor que tu amor por cualquier persona, aun tus seres más queridos. Tiene que ser tanto mayor que, en comparación, tu amor por los humanos ni siquiera parece existir.

Segunda, quiere que sepas que a veces tienes que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Imagínate que tus padres te dicen: “Jamás” cuando les dices que quieres hacerte miembro del club de saltadores en patineta en tu escuela. Su orden no viola ninguno de los mandatos de Dios, por lo tanto, tienes que obedecerles. Pero ¿qué si tus padres te dicen que mientas acerca de tu edad para recibir un descuento en el cine? ¿O tu entrenador te dice que hagas trampas? Cuando alguien te empuja para que hagas algo malo, dice Jesús, tu obligación es obedecerle a él en lugar de obedecer al otro.
De eso se trata amar a Dios más que a los demás. Dios quiere que ames muchísimo a cada persona en tu vida. ¡Pero quiere que lo ames a él aún más!
 
PARA DIALOGAR: Dilo en tus propias palabras: ¿Qué significa amar a Dios aún más que a tu prójimo?
 
PARA ORAR: Señor, danos la valentía para obedecerte a ti primero y siempre.
 
PARA HACER: ¿Estás dejando que tus amigos te obliguen a obedecerlos a ellos, a costa de obedecer a Dios? ¿Qué le gustaría a Dios que cambiaras hoy?
 

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